Iquitos es la segunda ciudad más grande de toda la cuenca amazónica, y su puerto más antiguo se llama Belén. Éste es el punto principal desde donde se extraen los productos que los fértiles ríos y riberas amazónicas provee de alimento a toda la población. Sin embargo, y paradójicamente, tanta riqueza natural no se ha traducido en un mejor nivel de vida de sus habitantes, campesinos, pescadores u horticultores.
Tanta fue mi sorpresa cuando llegué al puerto (pasando antes por el mercado) que pronto publicaré aquí una crónica que se llamará “En busca de la Victoria Regia”. Trata básicamente de mis impresiones de Belén y de la travesía que hicimos para encontrar a la planta acuática más grande del mundo en temporada seca.
Si vas por el mercado Belén, tienes que ir con un poco de cuidado porque los “amigos de lo ajeno” no se hacen extrañar. Tampoco es que te vayan a asaltar (robo con violencia), pero sí te pueden extraer tus pertenencias sin que te des cuenta.
En el famoso pasaje “Paquito” del mercado, encontrarás a varios chicos que te ofrecen tours por el puerto de Belén, de media hora por el río Itaya. Al principio te pedirán 30 soles por persona, pero depende de tu capacidad de negociación para reducir esta cantidad, aunque tampoco no hay que abusar!
Éstas fotos fueron hechas desde un bote motorizado, en uno de esos tours de media hora, pero que finalmente duró mucho más porque no encontrábamos a la Victoria Regia por ninguna parte, hasta que después de mucho indagar, unas personas la criaban en sus humildes viviendas como atractivo turístico a cambio de 2 soles.
Empezamos cerca de las 16:00 horas y terminámos casi a las 17:30. Finalmente fue una buena hora porque la luz ya empezaba a volverse amarilla dando un toque irreal a las escenas que hasta ahora van rondando mi cabeza.
Si posas el cursor en cada una de las imágenes verás su descripción, pero mejor es que ellas hablen por sí solas.
iquitos es lo maximo y ejorbelen lo mejor de lo mejor..........
ResponderEliminarTuve la oportunidad de estar por allá en julio de 2010, y gracias a uno de los balseros, también de tomar fotografías: El balsero de Belén
ResponderEliminarSaludos!
Galileus.